El pronóstico lo había anunciado: fuertes tormentas para el Gran Buenos Aires.

Pero nadie había imaginado que 23 días después de cumplirse los 10 años del tornado que asoló al oeste del Conurbano y dejó grandes pérdidas a Ituzaingó se iba a desatar semejante viento que hizo caer árboles sanos (algunos de gran porte) y voló techos de algunas casas.

El fenómeno meteorológico afectó sobre todo a algunos barrios de Villa Udaondo y comenzó a las 2.30 horas del día de hoy.

Recorrimos los barrios de Santa Cecilia, Villa Vitacal, Santos Vega, Santa Rita, Barrio Municipal, Haras Miryan y parte de Parque Leloir a partir de las 8.30 y donde en general ya habían pasado cuadrillas de Defensa Civil, de Acción Social, de la Delegación Municipal de Villa Udaondo, de Edenor y de los Bomberos Voluntarios de Ituzaingó.

Cerca del mediodía algunos de los vecinos afectados nos hicieron saber que la ayuda de la Municipalidad había llegado, concretada en tirantes, chapas, camas, mantas y colchones.

SIEMPRE HAY UN PÍCARO

Mientras charlábamos con una vecina que nos mostraba cómo las chapas de su techo habían volado a la vereda de enfrente, se paró una camioneta de la que bajó uno de sus ocupantes y comenzó a cargar una de las chapas retorcidas, quien fue desestimado por el tío de la mujer que unas horas atrás había pasado por la terrible situación de haberse quedado sin techo en medio de la tormenta.

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