BORIS RESUCITÓ EN “LA JUANA”

Charlamos con Lucila en el comedor “La Juana Ibarguren» de Ituzaingó quien –visiblemente emocionada por lo que consideró como una de las pocas historias con “final feliz”- nos contó:

“Boris venía a comer al comedor, juntaba latitas, cartón que traía a La Juana para iniciar el proceso de reciclado… era un hombre servicial y muy educado… La historia de él y cómo alguien lo trajo a Ituzaingó desde su origen en Salta y después lo dejó tirado… es una triste historia pero con final feliz”.

Durante la charla en la organización social, se  agregaron compañeras de Lucila que fueron dando testimonio acerca de Boris:

“Él siempre venía a buscar la vianda, siempre educado, siempre estaba bien. Ayudaba en lo que podía y con nosotras también. La verdad que era muy educado, muy amable… Nunca le faltó el respeto a nadie”, apuntaba Erika mientras Lucila retoma:

“…Y es como… no sé… de la noche a la mañana. Fue una gran bendición para él… Resucitó…. Para la familia resucitó porque Boris había perdido su DNI hacía rato y parece que una persona indigente lo había encontrado en Moreno… y finalmente esta persona falleció y la policía se comunicó con la familia de Boris y le dijeron que había fallecido”.

Lucila continúa: “En algún momento Boris termina durmiendo en un auto en la calle … de día empezaba a caminar pero eso sí… a la hora de la vianda aparecía firme… hasta que un día una mujer del barrio nos comenta que había conseguido el teléfono de la hija en Salta… ahí la llamamos y le pedimos de hacer una videollamada para que lo viera a Boris… la hija no lo podía creer… y respecto a Boris, él se había quedado con la imagen de su hija a los 6 años… así que le costaba entender lo que estaba viviendo”.

Lucila nos comentó que fuera de ella y del comedor de La Juana en el barrio nadie lo ayudaba a Boris, porque como “era de la calle” les daba desconfianza… pero la cuestión que después de la videollamada, la hija le mandó la plata para el pasaje y una madrugada Lucila lo acompañó hasta la terminal de ómnibus en Liniers y Boris partió hacia la provincia de Salta para reunirse con su hija 20 años después.

Con una tranquilidad como si contara un cuento, Lucila sigue: “Yo lo ayudé a hacerse el DNI y le había dado mi domicilio para recibirlo… pero para no perder más tiempo, Boris viajó con una autorización de su DNI en trámite… fue muy linda la experiencia de ayudar a una persona en situación de calle a quien daban por fallecido. Y que encuentre de nuevo toda su familia… ni me imagino lo que habrá sido para él el reencuentro”.

Lo demás es anecdótico… Boris se bajó antes de su destino y empezó a caminar, como es su costumbre y se perdió… Pero entre los empleados de la empresa de ómnibus, su familia y La Juana pudieron encontrarlo y hace 15 días Boris ya está en Salta con su familia.

“Me imagino que Boris debe estar muy feliz ahora con su familia. Se lo ve muy feliz en las fotos y los videos que nos mandan… No cabe duda que nosotras lo vamos a extrañar en La Juana… porque él siempre venía y hablaba con todas nosotras. Así que, nada. Fue muy lindo. Y ojalá que se encuentren todas las personas de la calle con gente como nosotras. Porque a veces es lindo brindarle ayuda a los demás”, concluía Lucila.

Por su parte Ester Badolato, Coordinadora General de esta Organización Social, observó: “Creo que la situación de Boris resume un poco el espíritu que tiene nuestra Organización, que es acompañar la vida como viene… recibirlo… acompañarlo respetando sus momentos… A Boris lo conocemos desde hace bastantes años… y pasó por varios procesos… al principio había que sugerirle que se bañara… pero también –y me parece que fue muy importante- esto de ayudarlo para que se hiciera el DNI… es como ayudarlo a tener derechos como persona y a reducir daños… que también es importante… Siempre decimos que acompañamos con nuestro dolor y al acompañar podemos transferir al otro y generar una conexión (que es lo que pasó con Lucila)… y ahí se logró el objetivo que pueda estar de vuelta con su familia”.

“Vemos muchos Boris en el barrio y los dejamos pasar… y esto tiene que llevarnos a la reflexión” concluyó Badolato.

Algunas de las palabras que le dijo Boris a su hija por teléfono: “Hijita, te extraño mucho. Hijita, un añito basta y sobra para mí, ¿sabés? … Quiero abrazarte, quiero estar con vos”.

Las fotos son más que elocuentes: no hace falta poner cuál es la del antes y cuál la del después… la de hoy y mañana y el resto de los días que Boris disfruta de la compañía de su familia que lo había dado por muerto.

Una historia triste con final feliz… cierto que no hay muchas historias así… pero no son menos importantes que las otras que se ganan todas las tapas de los portales de noticias.